CHRONOMÈTRE MARITIME: INSPIRACIÓN PARA LAS COLECCIONES MARÍTIMAS CONTEMPORÁNEAS
Durante el periodo de desarrollo, particularmente en la década de 1890, R. Albert Rielé también registró varias otras marcas. Una de ellas fue Chronomètre maritime (1901), lo que indica que Albert también creaba cronómetros para uso en el mar. La nueva colección Challenger, así como los modelos de la colección Premiere, aluden a esta tradición. Las marcas abarcaban no sólo mecanismos, sino también cajas, esferas y embalajes, lo que demuestra que Albert producía y ensamblaba relojes completos. La mayoría de los relojes de bolsillo de R. Albert Rielé se hacían de oro de 14 quilates.
En 1881, su hijo Julien, de 14 años, asistía a la escuela de relojería en La Chaux-de-Fonds, donde aprendía la artesanía relojera (en la misma época en la que Albert trabajaba allí como profesor). Después de 10 años de trabajo para su padre, en 1892, Julien Rielé recibió un poder de representación de la compañía para apoyar a Albert en un período de crecimiento dinámico y mayor demanda de mano de obra.
En los años 90 del siglo XIX, la empresa próspera y un número creciente de empleados mantuvieron a Albert ocupado. Empleaba trabajadores altamente cualificados, entre ellos especialistas en el campo del montaje y acabado de escapes de áncora y de cilindro en sus relojes renombrados. Además, debido a sus fuertes lazos con su patria, Alemania, Albert gozaba del derecho exclusivo de distribuir mecanismos para relojes de la empresa alemana Moeri, que producía 50 000 escapes de áncora al año.